En Zaragoza se han introducido varias especies de plantas y animales que están provocando la desaparición de especies autóctonas.
Estos invasores han sido introducidos por la mano del hombre, a veces como en el caso del siluro, para practicar la pesca deportiva, otras veces porque se han vendido como animales o plantas exóticas y no se han controlado después, en cualquier caso “el comercio, el turismo y el tráfico de mercancías” son claves para este fenómeno.
El Ministerio de Agricultura ha elaborado un catálogo en el que se incluyen veinte de estos seres vivos, que abarcan peces, anfibios, aves y plantas.
Algunos ecologistas critican que este listado es muy reducido, y que habría que incluir más especies, si bien en el Ministerio señalan que no se consideran invasoras las especies migratorias como la paloma torcaz, o las propias que han aumentado mucho su número, como los estorninos, por molestas que sean para los ciudadanos
Entre estos invasores los más conocidos son el siluro, la lucioperca, la perca americana… peces que devoran todo y casi han terminado con los peces y anfibios propios de la región, de los que quedan muy pocos, igualmente ha ocurrido con las tortugas, desplazadas por el galápago de Florida, o los cangrejos casi desaparecidos por causa del cangrejo americano.
Entre las aves destacan la cotorra argentina, que tiene vivos colores, es muy ruidosa y cuyos nidos pueden alcanzar los 100 kilos de peso, lo cual es peligroso.
Precisamente la Unidad Verde del Ayuntamiento de Zaragoza comenzó a principios de febrero a retirar estos nidos. Se calcula que en la actualidad hay unos 330 nidos de estas aves, casi todos en parques. Además de eliminarlos la Unidad también esteriliza los huevos en un intento de controlar la invasión, algo que resulta muy difícil.
En mi opinión esta noticia explica muy bien el gran problema que hay en la naturaleza debido a las especies invasoras, que están acabando con la diversidad, especialmente en nuestros ríos.
Pienso que habría que intentar solucionarlo controlando el número de invasores que ya hay, poniendo medidas muy serias para evitar que haya nuevos, y también creo que habría que actuar cuanto antes ya que estas especies se reproducen muy rápido y las autóctonas desaparecen también a toda velocidad.
Heraldo de Aragón, lunes 3 de febrero de 2014.
María Gónzalez
C. Naturales 1º ESO
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