LA ROBÓTICA EVOLUCIONA
Esta nueva prótesis convierte los estímulos eléctricos en sensaciones, permite que la persona note la intensidad del agarre de objeto, este implante biónico le ha devuelto la esperanza al danés Dennis Aabo un danés de 36 años.
Este implante conecta electrodos a los nervios del brazo del paciente, esto se ha debido a la unión de científicos de una universidad italiana y otra suiza.
Todo gracias a la retroalimentación, el gran logro de este ensayo científico, que ha visto la luz en las páginas de la revista Science Translational Medicine. Como argumenta un investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) al comentar este experimento, Eduardo Rocon, una cosa es que el cerebro envíe señales a la mano biónica para que coja, por ejemplo, un vaso y otra que la prótesis envíe información al cerebro para modular la fuerza con la que se sostiene según qué objeto. No es lo mismo sostener un vaso de cristal que uno de plástico. "Las prótesis que se usan hoy en día permiten movimientos muy limitados, abrir y cerrar la mano. Algunas tienen sensores de temperatura (cuando el objeto está muy caliente se enciende una luz), pero es un sistema muy pobre".
El mecanismo que ha estrenado Dennis, desarrollado por Silvestro Micera y un grupo de expertos de Suiza de la Escuela Politécnica Federal de Lausanne (EPFL), en Suiza, y Escuela Superior Santa Anna (SSSA), en Italia, es mucho más complejo y consigue resultados más espectaculares. Para empezar, requirió una intervención quirúrgica de siete horas (que tuvo lugar el 26 de enero del año pasado), señalan los científicos. Durante este tiempo, un equipo de médicos supervisados por Paolo Maria Rossini en el Hospital Gemelli (Italia) implantaron una serie de electrodos en los nervios periféricos del brazo del paciente.
Por otro lado, "la mano artificial tiene varios sensores unidos a cada tendón de cada dedo", comenta Micera. La idea era "usar estos sensores para comprender el nivel de fuerza que el paciente ejerce cuando agarra un objeto" y en función de si es necesaria más o menos intensidad, enviar una señal eléctrica para estimular los nervios sensoriales con el objetivo de modular dicha fuerza para completar diferentes acciones en tiempo real.
Se trata de crear una especie de canal directo de información entre el cerebro de la persona y la prótesis y, en vista de los resultados, no es ciencia ficción, sino real.
Esta noticia ha salido publicada en el periódico "el mundo" el 5 de febrero de 2014
Esta noticia ha salido publicada en el periódico "el mundo" el 5 de febrero de 2014
Javier Rocañín
Biología 3º ESO
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